Y comienzas de nuevo...


Te caes, te paras; te cambian, tu cambias; te pegan, te sobas; te gritan, tú hablas fuerte o gritas o callas o lo que quieras. Pero cómo haces cuando tú mismo te desmotivas, cuando todo ya es rutinariamente cambiante, incierto y cíclico. ¿Es cuestión de actitud? ¿Decisión?. Ayer leí un interesante artículo algo relacionado con este tema "How (And When) to Motivate Yourself" que me hizo recordar algunas cosas.

Coincido con el autor, el comienzo siempre es lo más difícil, necesitas motivación para decidirte a empezar, necesitas recordar cuál es el beneficio de todo ese esfuerzo por el cual vas a pasar; no obstante, eso no lo es todo; también necesitas establecer una disciplina en el proceso de hacer las cosas. No quiero decir rutina, porque las odio, pero sí debería establecerse un compromiso o lista de pasos por hacer con el objetivo a cubrir. Si no, las tentaciones para dejarlo de lado serán grandes.

Curioso ejemplo de montar bicicleta en una mañana con una lluvia imparable y cómo la amarga sensación del comienzo se transforma en la satisfacción esperada al final de la jornada. ¿Quién no ha sentido eso? ¿Quién no se arrepintió al comienzo y luego se sintió feliz de haberlo hecho?. Parecen enseñanzas tipo muy simples que todos saben, pero a veces tenemos que leerlas y escribirlas para que se queden en nuestra cabeza. Tranquilos que este es no un espacio de terapia emocional, pero somos humanos y creo que todos hemos pasado por momentos donde simplemente te desmotivas o te llega ya todo. A la auto-desmotivación, digamos NO y me incluyo con zapatos. Es bueno recordar que siempre podemos comenzar denuevo...!


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