Imagina que tienes 6 años, tienes dos casas de árbol en tu jardín conectadas únicamente por una cuerda y un ardid. Te bañas diariamente en una piscina situada en el baño de casa; comes snacks y pizza todos los días, puedes correr por la casa libremente sin preocuparte por tirar los platos, haces bulla y/o desorden sin tener ningún castigo o represión.
¿Lo imaginas?
Para todos aquellos que hemos pensando en la reacción de una madre ante esto, hemos sido bendecidos por haber crecido con una y por ende, haber tenido una experiencia distinta del pequeño Artie (Nicholas McAnulthy), hijo Joe Warr (Clive Owen), protagonista de "The boys are back". Esta conmovedora historia del director Scott Hicks y basada en hechos reales, trata de la vida de un hombre cuando pierde a su segunda esposa y debe hacerse cargo de su pequeño hijo, en medio de esta coyuntura llega también de visita su hijo mayor, Harry (George MacKay), de 14 años. Tres hombres solos en casa y unidos no sólo por sangre, sino por el gran deseo de volver a comenzar.
Otro factor agradable es la extraordinaria locación. Australia y su impactante naturaleza es contrastada con la formal y controlada sociedad inglesa . Los dos hermanos de sangre han sido criados en estos dos lugares y sus personalidades son la mejor prueba, obviamente la edad y circunstancias también afecta.
La historia puede ser empática a todos aquellos que hemos vivido directa o indirectamente alguna enfermedad de una persona cercana, quienes sabemos lo difícil que es para los sobrevivientes dar el primer paso para comenzar nuevamente y cómo toda esta situación afecta a quienes estamos alrededor. Esta película no será merecedora a un Oscar, ni tendrá los efectos especiales de última tecnología, pero brinda un mensaje tan optimista sobre comenzar nuevamente y cuantas veces se pueda mientras tengas la dicha de tener vida. La vida color de rosa no existe y así tengamos todo el oro del mundo, sin salud no somos nada.
100% recomendable, eso sí tengan muchos pañuelos cuando la vean.
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